García Férriz
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Lupa

Después de la Amputación

Justo después de la operación, su recuperación y la cura del muñón residual son sus principales cometidos

Ambos son importantes de manera que pueda comenzar la rehabilitación tan pronto se pueda fijar una prótesis

Qué le aguarda después de la amputación

Se aplican apósitos especiales para curas (o vendajes) al muñón residual. El objetivo principal es una cura rápida de la herida causada en la operación y preparar el muñón para su futura prótesis.

La fase inicial:

  • debería existir poco o ningún dolor
  • el muñón residual debe ser capaz de soportar peso
  • debe poder asumir la movilidad óptima del muñón en todas direcciones.

Su médico o terapeuta le indicará cosas importantes inmediatamente después de la operación:

  • un correcto posicionamiento en la cama de manera que los músculos y la articulación más próxima al muñón residual no se acorten o se vuelvan rígidos
  • ejercicios de respiración regular
  • ligeros movimientos y ejercicios de movilidad

Estas medidas aseguran que usted podrá usar una prótesis con rapidez y sin problemas, de manera que permanezca móvil y activo/a.

Posicionamiento correcto

Inmediatamente después de la operación, usted no podrá estar tumbado/a durante periodos de tiempo prolongados ni darse la vuelta en la cama por su cuenta. Siendo así, debería obtener asistencia para reposicionarse varias veces al día. Este reposicionamiento es importante puesto que asegura que le mantendrá tan libre de dolor como sea posible y además previene la formación de úlceras por presión. Una postura corporal correcta es crucial para su movilidad.

Cura del muñón residual

Cuando usted despierta de la anestesia, su pierna debería estar envuelta en vendas o en una escayola de la que sale un tubo. Este tubo fue introducido en la herida durante la operación con el fin de drenar fluido y sangre de la herida. Conocido como drenaje, se retira a medida que avanza el proceso de cura.

En la mayoría de casos, la herida se suele cerrar en un periodo de tres a cuatro semanas y se forma una cicatriz. Pero aun aparentando haber curado correctamente desde fuera, puesto que el único cambio visible van a ser diferentes tonalidades en el tejido cicatrizado, el proceso completo de curación lleva mucho más tiempo. Deberá pasar aproximadamente año y medio para que haya curado completamente por debajo de la piel.

Un cuidado intensivo (terapia compresiva y cremas) es tremendamente importante en este tiempo a fin de asegurar que el tejido de la cicatriz permanece blando y suave mientras adquiere resistencia. Esto es esencial para poder llevar la prótesis.

Compresión inicial del muñón residual

Es normal que se produzca hinchazón inicial en el muñón residual después de la operación. Esta hinchazón (edema) es una reacción normal. Suele reducirse pasada una semana aproximadamente.

Poco después de la amputación se aplicará presión en amplias áreas del muñón por medio de vendas elásticas, medias compresivas u otras ayudas médicas. El fin de la terapia compresiva es reducir el edema en el muñón y optimizarlo para el consiguiente ajuste de una prótesis. Esto es importante puesto que un edema prolongado retrasaría la curación de la herida y llevaría más tiempo alcanzar su forma final para ajustar una prótesis. La compresión también mejora la circulación en el muñón residual. Esto reduce el dolor y ayuda a una mejor curación.

El tipo de cuidado apropiado para su muñón – vendas elásticas, medias de compresión o un encaje de silicona – depende de la técnica quirúrgica aplicada, nivel de amputación, condiciones de la herida y la experiencia del equipo que le trata. En base a esto se elige el mejor método.

 

Ejercicios de movimiento

Se recomienda encarecidamente realizar ejercicios para fortalecer la musculatura de torso, brazo y piernas a fin de preparar al cuerpo para los siguientes pasos en el tratamiento. Pida a su terapeuta que le enseñe ejercicios que promuevan su recuperación y además aporten el mejor entrenamiento posible para la articulación más próxima al muñón. Los ejercicios se pueden llevar a cabo con poco peso desde una posición tumbada, sentada o de pie. También se debe ejercitar el muñón residual.

Familiarícese también con patrones de movimiento que inicialmente no le son comunes con la amputación.

Ejercicios de movilidad

Levantarse de la cama por su cuenta y realizar la transferencia a una silla de ruedas probablemente le resultará dificultoso al principio. Pero llegará a dominar la técnica con un poco de práctica. Una vez más, su terapeuta debe darle instrucciones detalladas.

A menudo se encuentran cinchas o barras en el lado de la cama que puede usar para apoyarse. En breve se pondrá de pie por primera vez. Pero como faltará el peso de la pierna amputada que le otorgaba equilibrio, debería esperar algunos problemas de equilibrio al principio. Un andador o ayuda a la marcha puede ayudarle inicialmente a mantener su equilibrio después de una amputación de pierna.

Ajuste temprano e inmediato

En algunos casos se puede ajustar una prótesis poco tiempo después de la amputación. Con una prótesis tan inmediata, se puede aplicar peso parcialmente sobre el muñón residual para iniciar un entrenamiento de marcha. El primer ajuste se suele hacer unos 10 días después de la amputación. No obstante, este tipo de prótesis no es válida para todos los niveles de amputación. Su médico, terapeuta y técnico ortopédico decidirán conjuntamente si se trata de una opción para usted. En caso afirmativo, recibirá una nueva prótesis pasadas unas semanas. Esto se conoce como prótesis interina, ajustada individualmente para usted por su técnico ortopédico. Es válida para ejercicios iniciales de marcha y bipedestación

Terapia compresiva

Se espera una hinchazón inicial en el tejido del muñón después de la operación. Esta hinchazón es una reacción normal a la operación. Se puede prevenir aplicando presión sobre toda la superficie.

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